domingo, noviembre 06, 2005

La lucha contra la marginación

Se han realizado muchos estudios sobre el grave problema de la marginación social, que se define como una situación de pobreza permanente con pocas posibilidades de solución y de obtener los recursos necesarios para conseguir un mínimo de dignidad en la vida de las personas. El desnivel de los medios para llegar a ese mínimo bienestar social es enorme en muchos lugares. Miles de personas sufren las consecuencias inevitables de la marginación, producida, entre otras causas, por una falta de infraestructura social y cultural.

Muchas personas viven en la pobreza, la miseria o la marginación. Entran en la terrible espiral de calamidades a las que se suman las enfermedades de los más débiles, las muertes masivas de niños y también de los adultos.

No pretendo pintar un cuadro apocalíptico sobre la fatalidad de unos sectores humanos comparándolos con otros más afortunados. Pese a las dificultades y obstáculos, creo que vale la pena luchar con todas las fuerzas para romper ese círculo vicioso de situaciones alarmantes.

Surgen muchas preguntas desde el punto de vista ético y social: ¿Cómo hacer frente al problema de la marginación? El sentido de la solidaridad entre las personas, ¿es real o ficticio? ¿Responden los desniveles sociales a intereses de grupos políticos o económicos? Nuestro mundo parece tolerar muchas diferencias económicas y sociales y no parece querer comprometerse con soluciones realmente válidas.

¿Quién maneja los hilos que mueven a los hombres? ¿Por qué y para qué? ¿Qué intereses se ocultan tras la persistencia de situaciones de miseria tan flagrantes? ¿Por qué no se pueden compartir determinados porcentajes de riqueza con tantas personas necesitadas como hay, sin intereses que asfixien?

Nuevas formas de solidaridad

Ante estas cuestiones sobre el magno problema social, político y cultural de la marginación, la sociedad civil ha abierto nuevas perspectivas, lanzando iniciativas sociales que intentan combatir o paliar la marginación. Como respuesta a este reto social constatamos un número cada vez mayor de hermosas iniciativas privadas. Son pasos importantes hacia la sensibilización de la sociedad para dar respuesta a las realidades de marginación que padece gran parte del planeta. El mundo político está comenzando a comprenderlo así en muchos lugares, y se tendrá que convencer de que la terrible marginación que sufren muchas personas puede ser superada con nuevas formas de solidaridad organizada.

Estas formas de solidaridad pasan por un trabajo codo a codo con las mismas personas que intentan salir de la exclusión, por una intensa labor educativa y por un progresivo cambio de mentalidad en la sociedad. Está en nuestras manos creer en el potencial de las personas y trabajar por ello.

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